Libros perdidos de la Biblia?

Mujer Vaso Frágil Pero Firme
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Hoy quiero llevarte por un recorrido bíblico, histórico y espiritual sobre los llamados "libros perdidos de la Biblia". Hoy resolveremos esta inquietud que ha hecho tropezar a muchos, y afirmaremos nuestra confianza en que la Biblia que tenemos es completa, confiable y suficiente.



¿Existen los libros perdidos de la Biblia? ¿Qué son y qué debemos creer?

“Toda la Escritura es inspirada por Dios…” – 2 Timoteo 3:16



1. ¿Qué se entiende por “libros perdidos”?

Hay personas que afirman que existen libros secretos, ocultos o eliminados de la Biblia por intereses religiosos o políticos. Estos textos incluyen:

Libros apócrifos (como Tobit, Judit, Sabiduría)

Evangelios gnósticos (como el Evangelio de Tomás, Judas o Felipe)

Escritos antiguos como el Libro de Enoc o el Pastor de Hermas


Pero aquí va la pregunta clave: ¿Fueron estos libros inspirados por Dios como los 66 libros que tenemos en la Biblia (39 del Antiguo y 27 del Nuevo Testamento)?


2. ¿Existieron otros escritos antiguos? Sí. Pero, ¿fueron inspirados? No todos.

Dios no impidió que otras personas escribieran cosas religiosas o históricas. De hecho, la misma Biblia menciona libros que no tenemos hoy, como:

El Libro de las Guerras de Jehová (Números 21:14)

El Libro de Jasher (Josué 10:13; 2 Samuel 1:18)


¿Entonces eso significa que la Biblia está incompleta?

¡No!
Lo que sucede es que Dios permitió que solo los libros necesarios para nuestra fe y salvación fueran preservados e incluidos en el canon.



3. ¿Cómo se formó la Biblia? ¿Quién decidió qué libros incluir?

a) El Antiguo Testamento fue reconocido y usado por los judíos siglos antes de Cristo.

Jesús mismo citó la Ley, los Profetas y los Escritos, confirmando que ese Antiguo Testamento era confiable. “¿No habéis leído en la ley...?” decía frecuentemente.

b) El Nuevo Testamento fue reconocido por la iglesia primitiva a través de criterios espirituales:

Que fueran escritos por apóstoles o personas cercanas a ellos

Que estuvieran en armonía doctrinal con el Antiguo Testamento y la enseñanza de Jesús

Que tuvieran aceptación por las iglesias del primer siglo


La Iglesia no creó el canon. Lo reconoció. El Espíritu Santo guio ese proceso.


4. ¿Por qué no se incluyeron los otros libros (apócrifos o gnósticos)?

Porque no cumplen con los criterios de inspiración divina. Aquí te explico por qué:

a) Contradicen la doctrina de la fe cristiana

Algunos evangelios apócrifos enseñan ideas gnósticas como que el mundo material es malo.

Dicen cosas absurdas, como que Jesús niño hacía magia o mataba a quienes lo molestaban (Evangelio de la infancia de Tomás).


b) Tienen fecha y autores dudosos

Muchos fueron escritos siglos después de los apóstoles, sin testigos reales.


c) Fueron rechazados por los primeros cristianos

Padres de la Iglesia como Ireneo, Tertuliano y Orígenes los rechazaron por contener herejías.


5. ¿Qué dice la Biblia misma sobre agregar o quitar?

“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: si alguno añadiere… Dios traerá sobre él las plagas… y si alguno quitare… Dios quitará su parte del libro de la vida.” Apocalipsis 22:18-19



No necesitamos más libros. Dios ya habló. Su Palabra es completa, perfecta y suficiente.


6. ¿Qué debemos hacer como cristianos hoy?

a) Confiar plenamente en la Biblia que tenemos

No es una colección humana, sino la revelación divina. Es alimento espiritual puro.

b) No dejarse confundir por teorías populares o de internet

Muchas de estas ideas vienen de documentales sensacionalistas o redes sociales sin base histórica ni bíblica.

c) Estudiar más profundamente la Palabra

Mientras más la conoces, más te das cuenta de que no le falta nada. El Espíritu Santo confirma su verdad en nuestro interior.


7. Conclusión: No hay libros perdidos de la Biblia

Sí hay escritos antiguos, sí hay libros interesantes, pero no todos son Palabra de Dios. La Biblia, como la tenemos, ha sido preservada con fidelidad, protegida por el Espíritu Santo, y es suficiente para salvar, enseñar, corregir y formar en justicia.



8. Preguntas para meditar y enseñar

1. ¿Estoy dedicando tiempo a conocer la Biblia que sí tenemos, en vez de buscar lo que supuestamente falta?


2. ¿Qué me enseña esto sobre el cuidado de Dios al preservar su Palabra?


3. ¿Cómo puedo enseñar a otros a tener confianza en la Escritura?



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